Melida
Partera tradicional
Melida Caicedo tiene sesenta y un años, saluda con una sonrisa amplia y dulce, me cuenta que nació en Sipí, un pequeño pueblo del Chocó.
Es partera hace treinta y cinco años, de sus nueve hijos parteó sola a tres de ellos, así supo que podría ayudar a otras mujeres. Aunque no sabe leer ni escribir, Melida es una partera experta y reconocida en su comunidad, ha atendido exitosamente treinta partos. Con un tono dulce y sencillo, relata su primera experiencia:
“La señora tenía como cuatro hijos, me mandó llamar y yo la ayudé. Con guascas* y arrodillada, uno se colgaba de la guasca, ella se arrodilló, yo me puse adelante. Ya se venía el niño, la atendí, arreglé todo, le puse a su hijo en su cama y yo ¡ay qué feliz! ¡qué contenta, dije bueno ya soy partera!”
La emoción se refleja en su mirada cuando comparte la alegría que la invade cada vez que ve nacer una personita, sobre su práctica como partera, cuenta:
“Yo voy a casa de la embarazada, las toco, las sobo, les doy consejos, les digo qué se puede hacer, qué no y así las aconsejo. Y ahí, ya vamos entrando en confianza. Después que paren, buscamos yerbas para darles a tomar, para que ellas se bañen. Es lo que uno le dice un “curamiento”. Para tomar se toman tres yerbitas, el inotropo, acereda y otra yerba que en fin me olvidé el nombre. Para que se limpien por dentro. También se dan yerbas para bañar, pero hoy por hoy la juventud no le gusta eso, la que sí les gusta pues sí se bañan con eso.”
Cuando habla de ASOREDIPARCHOCÓ se le posa una sonrisota en el rostro: “Es una grandeza muy buena conocer todas esas mujeres, porque uno hace muchas amistades, para mí todo ha sido chévere, lindo.”
Su sueño es tener un nicho para atender los nacimientos y contar con todos los insumos que se requieren, relata con pena que algunas familias no tienen ni siquiera ropa del recién nacido para su primer día, ellas como comadronas y parteras se las ingenian y les consiguen lo que pueden.
Le gustaría que los partos que atienden sean reconocidos: “Ojalá se los pagaran a uno, uno atiende esos partos y muchas veces le dan las gracias y otras veces ni las gracias le dan a uno. De todas maneras es la obligación de uno, es la obligación de salvar una vida.”
Melida es partera experta, hace treinta y cinco años que se dedica a esta profesión, aunque la mayoría de veces no hay un reconocimiento económico a su labor, siempre atiende las mujeres que acuden a ella, siente que es su compromiso. Ella es una de las tantas mujeres que representa los valores de la partería tradicional que ASOREDIPARCHOCÓ defiende en su trabajo diario, en la búsqueda de visibilizar la importancia de las parteras y parteros como agentes de salud comunitarios.
*La guasca es una soga empleada para los trabajos rurales, pero también es muy utilizada por las mujeres indígenas par sostenerse durante el trabajo de parto.